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Patrimonio

"Durante mi infancia, tuve la fortuna  de vivir 9 años en una granja donde aprendí a amar la naturaleza y disfrutar su entorno. De pronto, llegó el momento de iniciar una nueva etapa cuando nos mudamos y radicamos en el Puerto de Buenaventura, Valle del Cauca (Colombia).

No fue fácil adaptarme y vivir en un caserío de palafitos de nombre Muro Yusti, donde las calles fueron sustituidas por puentes elaborados con trozos de madera y postes de chonta; pero debía  agradecer lo que la vida me ofrecía en ese momento, y a pesar de enfrentar  enormes dificultades y abandono social, también estuve  rodeada de amor y buenas costumbres. Aprendí a valorar todo cuanto me rodeaba, descubriendo también el don de servir al prójimo y el amor con el que me premiaría el Creador, en retorno.  Mi crecimiento y desarrollo estuvieron influidos por la cultura Afro. Aprendí sobre sus manifestaciones en todas sus expresiones, y cultivé el amor por esa vibrante cultura allí, en ese pedacito de África llamado Muro Yusti, donde 90% de sus moradores eran nativos de Afrodescendientes, provenientes de todos los rincones del Pacífico colombiano.

Hoy reconozco que fui muy feliz y jamás hicieron falta las comodidades. Además aprendí, que cuando predomina la humildad, no existe el egoísmo ni la vanidad; que lo que a unos les falta a otros les sobra; y la hermandad y el servicio resuelven estos dilemas. Hoy reconozco y sostengo que no hay dolores ni penas que no se compartan, ni dificultades que no se superen".

Luz Mouton 

Muro Yusti, Buenaventura (Colombia)

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